La primera temporada, alabada por crítica y público fue un reto difícil de superar para una segunda que, si bien supuso la consagración definitiva de la serie, especialmente en USA, haciendo que consiguiese unas audiencias récord en la PBS y la sorpresa de 16 nominaciones a los Emmys, recibió un “backlash” casi enfermizo por parte de la crítica de su país, que recriminaba el exceso de melodrama y elipsis que, por otra parte, eran casi el santo y seña de la serie. Así pues, con una audiencia entregada y una crítica expectante quedaba por ver cómo se comportaba Downton Abbey en su tercera etapa y esta se estrenaba con una invitada de excepción, la actriz Shirley MacLaine interpretando a la madre de Lady Cora (Elizabeth McGovern) y némesis de la Condesa Viuda de Grantham (Maggie Smith). Una visita que, de tan anunciada, terminaba sabiendo más bien a poco al no obtener tantas peleas verbales como quizás habríamos esperado. Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos paso a paso… con SPOILERS, claro.
La consolidación de la relación entre Lady Mary y Matthew
La serie que nos había tenido dos temporadas haciéndonos sufrir con este amor imposible que se vio finalmente solucionado casi por arte de magia en el especial de navidad, nos sorprendió al no querer alargar esta trama un poco más y casarlos nada más comenzar la nueva etapa. La boda de los tórtolos hacía feliz a todo Yorkshire y al espectador, aunque tuviésemos que perdonar una disputa sin razón que nos hizo temer por la supervivencia de la boda a mitad del episodio. Y con la felicidad marital muy (pero que muy) consumada, había que avanzar en la trama y ahí es donde Fellowes nos añadía una dosis de drama, el posible problema para tener niños por parte de Matthew (Dan Stevens) era algo que arrastraban de la segunda temporada y ha sido en los últimos episodios de esta cuando se ha hecho más patente esa preocupación que, sin embargo, se ha solucionado rápidamente en la season finale dejando claro que habrá heredero/a en breve.
Los cambios que trajo la guerra
No obstante, Matthew no planeaba quedarse quieto ante una gestión que ya había hecho temer por la pérdida de la propiedad hasta en dos ocasiones y sus planes de actualizar la administración de las posesiones de la familia Crawley pasaba por convencer a un Lord Grantham tan reticente como herido en su orgullo. La camaradería con el marido de Sybill, Branson (Allen Leech) y el apoyo del resto de la familia han sido los detonantes para ayudarle a empezar a entrar en razón, aunque a regañadientes.
Edith y Sybil
Y aunque tengamos que llorar a la pequeña de las hermanas Crawley, hay que reconocerle el mérito a la siempre olvidada, Lady Edith (Laura Carmichael). Su trama, en mi opinión, ha sido de lo mejorcito de esta temporada, pues es de los personajes que más ha avanzado y que mejor se ha sabido adaptar a los cambios que conlleva la etapa por la que pasan. Tras ser abandonada en el altar por el hombre al que amaba y al que nadie de su familia veía con buenos ojos por ser mucho mayor que ella, Edith se plantea un cambio en su vida y una ocupación que finalmente llega de la mano del director de un periódico londinense que le ofrece escribir una columna en él. El enfrentamiento con su padre sobre lo inapropiado de tal ocupación en una joven de clase alta y su firme decisión de tomar ese camino a pesar de la oposición de este, han enriquecido a su personaje, convirtiéndolo en uno a tener muy en cuenta de cara al próximo año.
Drama menos dramático
Una de las tramas que se planteaban como la medalla de oro al drama en esta etapa era la enfermedad de Mrs. Hughes (Phyllis Logan) y que igual de rápido que vino, se fue y casi ni nos acordamos de ella. Más juego ha dado el encarcelamiento de Bates (Brendan Coyle) y la lucha de Anna (Joanne Froggatt) por demostrar que su estancia en la cárcel era injusta. Pero sin duda, lo más atractivo de todo lo que ha sucedido “downstairs” ha sido la guerra velada entre los antiguos aliados Mrs. O’Brien (Siobhan Finneran) y Thomas Barrow (Rob James-Collier) quienes, con sus artimañas, han conseguido rellenar los huecos hasta finalmente explotar con una jugada maestra por parte de la doncella de Lady Cora para desacreditar a Thomas y jugársela de una manera impecable, tanto que ha llevado al espectador a sentir pena por un personaje perfectamente odioso y a admirar a otro que es aún peor.
En definitiva y visto con perspectiva, la tercera temporada podría ser calificada casi como descafeinada con respecto a la anterior. Al menos para mi ha pasado de ser la primera opción de visionado cada lunes a ser relegada al tercer puesto ante la extensa oferta de series de calidad en la que se han convertido los lunes. No seré yo, sin embargo, la que diga que Downton Abbey ha bajado de calidad, pues sigue siendo una lección de buen hacer, de guiones pulcros, ambientación soberbia y ejercicios de interpretación fantásticos que seguiré recomendando sin cansarme, pero es verdad que a lo mejor el año que viene no la espero con las mismas ganas, aunque siempre puedo cambiar de opinión con el especial de Navidad que se emitirá a finales de diciembre. Ya veremos. #FellowesereslanuevaShonda #Nomematesanadiemas #soyadictaaldramalacrimogeno
¿Habéis visto la 4ª temporada? ¿Qué os ha parecido? Le dediqué un post a toda la serie tras la emisión del especial de Navidad del pasado día 25. Aquí os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2013/12/feliz-downton-abbey-y-prospero-ano-nuevo.html
Un saludo y feliz Año Nuevo!
¿Habéis visto la cuarta temporada? ¿Qué os ha parecido? Aquí os dejo mi valoración de esta elegantísima serie británica ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2013/12/feliz-downton-abbey-y-prospero-ano-nuevo.html
Saludos!
¿Qué os ha parecido Coven? A mí me ha gustado mucho, pero es cierto que he leído muchos comentarios de gente a la que no le ha entusiasmado. Ahí va mi opinión ;)
http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/02/the-seven-wonders.html
Saludos!